Sobre temas costuriles, os enseño un alfiletero que me hice, porque ya os había comentado que no tenia, y cada vez que la cajita se me cae al suelo es un verdadero festival. Como ya tenía experiencia en hacer uno con Log Cabin, que le regalé a Belén, ahora decidí inventarme un diseño simple, pero no pensé que al coserlo tendría que hacer un poco de malabarismo. No es maravilloso pero yo estoy encantada, porque ahora tengo los alfileres bien controlados.
Y aquí tenéis el cojín con el que practicamos las aplicaciones en el curso de Patchwork. Está en fase de acolchado, y tengo que acabarlo para el inicio de las clases. Lo tendría que haber hecho en verano, pero claro, ahora ya no sirve de mucho quejarse. Creo que para la parte trasera me buscaré un alma caritativa (y con máquina de coser, claro) para que me ayude un poco.
Por cierto, para las miles de visitas que he recibido por la foto de vacaciones (¿se nota la ironía? je, je, je), aquí tenéis la respuesta.